Hace unos días hablábamos de la ley del karma o de la causa y efecto: recogemos lo que sembramos.
Es una ley de cumplimiento obligado, a la que damos la espalda en medio de la ignorancia.
Hoy se nos habla de hacer el bien, en silencio, sin que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha.
La vida cotidiana nos da múltiples ocasiones para trabajar por el bien, aunque este trabajo aparentemente no convenga a nuestros intereses, aunque aparentemente sea un trabajo menor.
Cuando las luces se apagan, unos trabajan para reponerlas, otros aprovechan para robar.
Pero el mundo sutil tiene sus reglas de oro: un día, ese bien que hicimos se presenta ante nosotros multiplicado, y nos recompensa con sus bendiciones.
Sentimos entonces que algo interior se dilata, que nos transportamos a otro plano, y que ya nos quedamos en ese plano.
El mundo, entonces, ya no es un lugar oscuro, porque seremos capaces de ver y de sentir las grandes corrientes que trabajan por el bien, por la elevación de la consciencia que permita al ser humano despertar del maya o ilusión.
Entendemos que el camino hollado por los grandes seres es el camino de la liberación.
El Instructor está atento al crecimiento de cada brizna de hierba: la mano izquierda no ve lo que hace la derecha, pero el bien queda registrado.
No os planteéis demasiadas preguntas sobre la utilidad de hacer el bien. Todo lo bueno que podáis hacer, bien sea con actos, con palabras, con sentimientos o con pensamientos, hacedlo, y dejad después que el tiempo termine su obra. Incluso aunque lleguéis a olvidarlo, un día, sin saberlo vosotros, este bien os perseguirá para recompensaros.
Y añadiré aún esto: aprended a hacer el bien sin decir nada, sin querer que se sepa que sois vosotros quien lo habéis hecho. Así, no sólo sentiréis una alegría secreta, sino que despertaréis en los demás algo bueno: se sentirán obligados a preguntarse quien es este ser magnífico que no quiere mostrarse, y esto les impulsará a actuar de la misma manera hacia los demás.
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: invitada en la fiesta de fin de curso de Anand Bhavan, del programa Colores de Calcuta, abril 2010