Yogananda habla con frecuencia de que todos podemos ser yoguis en la búsqueda de la unión con el mundo divino.

Nos alienta a hacerlo desde donde estamos, desde nuestras profesiones y ocupaciones.

Nos insta a que desde ese lugar seamos capaces de eliminar lo superfluo para ir a lo esencial.

Y lo esencial, en verdad, es estar en comunión con nuestro Ser interno y a partir de ahí con la Conciencia Universal.

Cuando eliminamos lo superfluo, surge lo verdaderamente importante y necesario.

Pero mochos días, lamentablemente, se nos van en lo superfluo cuando no en lo banal.

Por eso el bonito recordatorio de Yogananda y de tantos otros hombres que han sido capaces de vivir en comunión.

Ese debe ser nuestro objetivo: vivir en comunión, estar conectados con nuestro centro, frecuentar entonces a Dios para ser sus instrumentos en la tierra.

No hay trabajo más hermoso, nos dicen los sabios.

Todo tiene su lugar, pero desperdiciar el tiempo a costa de tu verdadera felicidad no es beneficioso. Yo abandoné todas las actividades innecesarias para poder meditar y tratar de conocer a Dios, de modo que me fuera posible permanecer inmerso día y noche en la conciencia divina.

Paramahansa Yogananda (1892-1953): “Donde brilla la luz”, p. 211, editado por Self Realization Fellowship. Imagen: Óleo de Dora Gil: “Por encima de las nubes” http://www.doragil.com