Hoy se nos habla de un milagro.
Empezar el día sintonizando con las entidades celestiales…
Empezar la jornada en Unión, conectados con el alma, con el Yo superior…
Despertar vibrando al unísono con las criaturas luminosas, que pueblan el espacio…
Si: hoy se nos habla de un milagro.
Es el milagro de sintonizarnos con el mundo divino para que la armonía venga a instalarse en nosotros.
Es una sensación en gran parte indescriptible, cuando se siente que el Cielo nos habla y nos acoge.
Llega y se instala dentro, muy profundo, y entonces ya se ve el camino.
Hay que guardar silencio para que la armonía no se vaya.
«Desde la mañana, pensad en sintonizaros con las entidades celestiales. Decidles que queréis entrar en su armonía. Llamad a todas esas criaturas luminosas que pueblan el espacio. Concentraos un momento en ellas, pensad lo bellas y puras que son, que están llenas de amor. Si vuestro deseo es sincero, por la ley de la afinidad, llegaréis a entrar en contacto con ellas. Algo ocurrirá en vosotros. Sentiréis que vuestro corazón, vuestro intelecto, vuestra alma y vuestro espíritu vibrarán al unísono con el mundo divino, y todo vuestro ser se convertirá en un instrumento bien sintonizado.
¡Hay tantos encuentros y acontecimientos en la vida que están ahí para trastornaros y haceros perder vuestra paz! Pero, pase lo que pase, siempre os queda la voluntad de sintonizaros con el mundo divino para que la armonía venga a habitar en vosotros. «
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Rabanal del Camino, Camino de Santiago , 13 mayo 2013 (Javier León){jcomments on}