Los seres humanos nos debatimos entre entre el egoísmo y la generosidad.

El patrón de tomar al coste que sea está todavía presente en nuestra psique colectiva.

 

Pero por debajo de la superficie, la solidaridad y el altruismo humano se manifiestan más y más.

 

Una nueva forma de relación y de estar nos llama: la de dar, darse.

En cada pequeña cosa de la vida cotidiana, se nos dice, hay un tomar o un dar.

Y el dar puede cualificarse: alegría, verdad, honestidad. Pero también tristeza, mentira, fraude.

¿Dónde estamos cada uno?

Cientos de millones de personas en el mundo dan y se dan. Hay mucha más bondad y altruismo de lo que pensamos.

Hay un sendero luminoso por el que ya caminan muchos seres.

«La vida cotidiana de los humanos es una sucesión de idas y venidas entre el interior y el exterior: tan pronto salen para trabajar, hacer compras, acudir a citas… como regresan de nuevo a casa. Si queremos interpretar estas idas y venidas, se puede decir que la gente sale del centro (su domicilio) par ir a la periferia (sus negocios), y después abandonan la periferia para regresar al centro. Por lo que respecta a los motivos de sus salidas, son de dos clases: tomar, ganar, hurtar, o bien dar, ayudar, ser útiles.

Todas las ocupaciones, las actividades y las gestiones que el hombre realiza cuando sale de sí mismo, obedecen a una de estas dos categorías de móviles. Pueden haber muchísimos matices, pero siempre se resumen por la palabra «tomar» o la palabra «dar».»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta.  Foto: exhibición de yoga de Victoria Pérez y José Carballal en la Gala Gatanjali en el Teatro Lara de Madrid, 7 mayo 2012