
Ya en muchos sitios podemos leer que la energía sigue al pensamiento.
Podemos crear mundos, crear realidades.
Cada pensamiento puro aporta.
Cada pensamiento puro casi puede verse, con un halo regenerador a su alrededor.
Unos minutos, unas horas, todo el día: pensamientos puros, limpios.
Hay que transformar la tierra, redimir tanto dolor, recordar de dónde venimos.
El pensamiento puro precede a la acción pura.
La acción pura es acción diestra.
Se nos pide olvidarnos de nuestras pequeñas cosas. Se nos pide ser puros.
Los pensamientos puros del fuerte de espíritu
transforman en realidades los fenómenos de la vida.
Las hojas del jardín de Morya, sutra 20, Agni Yoga Society, 1924. Imagen: “Mongolia”, original de Nicholas Roerich (1937 ó 1938)