En la celebración de Wesak se nos sugiere que así como Buda y Jesús alcanzaron la iluminación en la tierra, nuestro destino es también aflorar nuestra naturaleza divina.

Es ese largo camino de regreso del que hablan todas las tradiciones, en el que se nos da la posibilidad de trascender la ignorancia para conquistar la sabiduría.

Las noches de la ignorancia han sido largas, oscuras, y todavía cubren de maya e irrealidad a la humanidad.

Pero ante nosotros se abre un camino que solo han transitado unos pocos: el del amor y la sabiduría.

No hablamos del conocimiento que facilita el intelecto, del saber humano. La sabiduría es otro plano de consciencia.

Desde la sabiduría profunda todos los pensamientos, sentimientos y actos surgen purificados, y la vida se entiende en su plenitud.

El camino es largo pero fuerzas muy poderosas vienen en ayuda del que quiera despertar.

Seguir en la distracción y ignorancia o tomar el camino hacia la sabiduría, para volver a casa: esa es nuestra elección.

«Jesús dijo : «Aquél que crea en mí hará también las mismas obras que yo hago»,  y con su enseñanza, con su ejemplo, abrió el camino a todos los hombres, para que lleguen a ser como él, para que actúen como él, y puedan decir también un día cómo él:  «Mi Padre y yo somos uno.»

Si leyendo los Evangelios no tenéis conciencia de lo que os une a Jesús, de lo que tenéis en común con él, idéntico a él, es porque habéis dejado que toda clase de elementos oscuros recubran vuestra naturaleza divina, por tanto, evidentemente, ya no podéis reconocerla. Pero si trabajáis con el amor y la sabiduría para purificar vuestros pensamientos, vuestros sentimientos y vuestros actos, sentiréis que poco a poco se despierta vuestra naturaleza divina. En efecto, debéis llegar a este estado de conciencia en el que sintáis que ya no estáis separados del Señor, que sois uno con Él.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Su obra está publicada en España por la Asociación Prosveta Española- www.prosveta.es. Foto: Niños en Benarés, India, 29 abril 2010