“Porque los grandes espíritus no tienen ninguna tendencia en particular por tal o cual nacionalidad, son ciudadanos del universo. Son los pueblos los que reclaman la gloria de haberlos visto nacer, pero ellos, si les pedís su opinión, os responderán: “Nosotros nos encontramos bien por todas partes en el universo; nuestra patria es el universo”. Por otra parte, cuando llegamos al otro mundo las cuestiones de nacionalidad ya no cuentan. ¡Si hubieseis podido ver durante la última guerra a los soldados franceses y alemanes muertos en los combates reencontrarse allá arriba! Brindaban, se reían juntos, ¡y se encontraban tan estúpidos de haberse matado cuando todos eran hijos de Dios!”.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Obras Completas, Tomo 12, “Las leyes de la moral cósmica”, página 172-173. Imagen: caminando en silencio con Thich Nhat Hahn, El Escorial, mayo 2014