Refiere Yogananda una de los tres encuentros entre su gurú Sri Yukteswar y el Maestro Babaji.

Uno de ellos se refiere a la necesidad de encontrar un punto intermedio entre lo material y lo espiritual, entre la razón y la intuición.

La ciencia del yoga permite al hombre establecer contacto con su alma y con el alma universal.

Le permite descubrir su verdadera naturaleza y vivir en el mundo sin ser de este mundo.

El pensamiento de hoy evoca la armonía entre los dos mundos: espíritu y materia no son incompatibles, sino que deben ir de la mano.

La materia debe ser moldeada para que la pureza del espíritu pueda manifestarse. Ese es el gran trabajo de los hombres.

Lo racional, lo mental, no puede ser el único camino de expresión. Si ignora la esencia espiritual, la vida solo podrá ser un campo yermo.

Se nos dice en todas las tradiciones que la vida puede ser un jardín, un vergel.

Nuestra dimensión espiritual requiere ser alimentada, para vivir en armonía y en equilibrio, para recrear, algún día, ese vergel.

Oriente y Occidente deben establecer un sendero medio de actividad y espiritualidad combinadas… La India tiene mucho que aprender de Occidente en cuanto al desarrollo material; a su vez, la India puede enseñar los métodos universales por medio de los cuales Occidente podrá cimentar sus creencias religiosas sobre las inconmovibles bases de la ciencia del yoga.

Palabras de Babaji a Sri Yukteswar recogidas por Paramahansa Yogananda en “Autobiografía de un yogui” (1945), Editorial SRF. Imagen, fiesta de fin de curso en Anand Bhavan, del programa Colors de Calcuta, abril 2010