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Hay veces en que la vida nos depara grandes regalos.

Un rostro habitado por una entidad luminosa, una puesta de sol que nos transporta a otro plano, unas palabras que nos llegan y suenan diferente. Ahí están los regalos.

El mundo material en el que vivimos nos encapsula permanentemente: estamos aprisionados en un cuerpo y en una mente, normalmente muy contaminados y contaminantes.

Pero cuando con nuestro pensamiento salimos de esa realidad estrecha para visitar otras regiones, nos expandimos.

Esas regiones divinas siempre están ahí. No podemos acceder a ellas hablando de lo mundano, de lo prosaico. Son sagradas, lo cual no quiere decir que no podamos frecuentarlas todos los días.

Si: las entidades luminosas a veces se introducen en ciertas personas y nos llegan rostros iluminados por unos segundos, llenos de vida y potencial.

Estando atento, este mundo es otro mundo.

Como toda criatura viva, el ser humano debe satisfacer sus necesidades, e incluso es así como se define: por sus necesidades; porque las necesidades están unidas a la vida. En efecto, vivir, significa satisfacer unas necesidades: necesidad de respirar, de alimentarse, de protegerse, de amar, de ser amado, de conocer, de enriquecerse, de crear… ¡Sólo hay necesidades! La diferencia entre los seres está únicamente en el terreno o en el plano dónde cada uno busca satisfacerlas. Aquél que cree poder hallar la plenitud en el plano material, termina un día u otro sintiéndose decepcionado y desgraciado, porque descuidando las necesidades de su alma y de su espíritu, abre en él un vacío que nada podrá llenar jamás. Y no sólo se sentirá decepcionado y desgraciado, sino que chocará continuamente con todos aquellos, y son muchos, que dan prioridad a las necesidades materiales, como él hace. Sólo las necesidades espirituales no engendrarán ningún conflicto, ningún tropiezo, porque el mundo del alma y del espíritu  es vasto e infinito…

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. www.prosveta.es. Foto: niña en la fiesta de fin de curso en Anand Bhavan, Calcuta, abril 2010