Las tradiciones hablan de nuestra perdida condición de deidades.

En la caída a la materia más densa hemos dejado atrás, y olvidado y también rechazado, los atributos divinos.

Algunos de ellos comienzan a aflorar muy lentamente: las ideas de justicia, de verdad, de solidaridad, la noción de amor, poco a poco van abriéndose camino, rompiendo las capas más oscuras y densas.


El camino por delante es sin embargo muy largo, y el desánimo nos inundará con frecuencia.

Hoy se nos habla de ser dueños de nuestro reino (de nuestros pensamientos, sentimientos y actos).

Ese es el principio para empezar a recuperar la realeza perdida.

Para que la sabiduría vaya gradualmente ganando espacios en su larga lucha contra la ignorancia.

«Entidades invisibles acompañan al ser humano a lo largo de toda su vida. Las entidades luminosas le preparan el camino por todas partes adónde van, mientras que las entidades tenebrosas, que tratan de oponerse a todo lo que quiere emprender de útil, constructivo, le empujan hacia caminos sin salida. Es él quién debe encontrar cómo conciliarse con unas y cómo apartar a las otras para poder avanzar libremente.

Cuando un rey se desplaza, va precedido por servidores que preparan su venida: cuando llega, todo está preparado para acogerle, porque es el rey. Pero mirad lo que pasa con un mendigo: nadie le presta atención, o bien, si se fijan en él, a veces le expulsan, e incluso puede ser víctima de agresiones por parte de maleantes. En su vida interior cada uno puede ser un rey o un mendigo. Si es un rey, las puertas se abren ante él, entidades luminosas vienen a saludarle, a ofrecerle regalos, mientras que si es un mendigo (quiero decir un ser pobre en virtudes), será presa de entidades hostiles. El secreto de la verdadera vida es pues tratar de ser rey de uno mismo, es decir hacerse dueño de sus pensamientos, de sus sentimientos y de sus actos. El día en que seáis verdaderamente dueños de vuestro reino, siempre seréis precedidos, en el invisible, por seres que prepararán para vosotros las mejores condiciones y se pondrán a vuestro servicio.”

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Niñas en Salgaon, Rajasthan, India, 21 de febrero 2014 (Koldo Aldai)