Volvemos a la foto de esta preciosa niña etíope.
Nos habla de otra forma de vivir: la de despertar cada día a la alegría de estar vivos.
Vivir desde la alegría del alma, del ser, para el que todo es posible.
Todo es posible desde el alma, incluso las noches oscuras tienen su razón de ser.
Esta niña nos recuerda lo esencial, que es vivir en lo alto, desde otro plano.
Nos recuerda que tenemos pendiente la reconquista de nuestro ser.
Hoy podemos empezar esa reconquista, con la mayor confianza.
Un gran escudo nos ampara, a pesar de todo.
No estamos solos.