Volvemos a hablar del pensamiento.

De nuestro pensamiento depende el mundo que luego construimos. “La energía sigue al pensamiento”, escuchamos con frecuencia (y con alegría). Y es verdad.

Nuestro pensamiento puede encerrarnos en una caja pequeña y miserable, o puede darnos una visión panorámica de la vida y del mundo que lo abarque todo. El pensamiento miserable genera vidas miserables. El pensamiento superfluo consume nuestras energías y nos hace seguirle por caminos tortuosos, sin fin.

El pensamiento amplio, panorámico, nos devuelve la verdadera dimensión de nuestra vida. Con el pensamiento podemos contactar con las regiones más sutiles, donde el alimento que recibimos es de gran pureza y nos da una energía antes desconocida. Nos vivifica. Cuando en nuestra mente introducimos pensamientos elevados, todo nuestro ser se eleva.

Cuando la visión es panorámica, podemos además trabajar con el pensamiento para enviar ondas benéficas al mundo.

Este es nuestro gran reto: transformar nuestro pensamiento y pensar en lo elevado, en todo aquello que nos mejora como humanos. Poco a poco, lo demás vendrá por añadidura.

Trabajar con nuestro pensamiento es una opción, pero también una responsabilidad.

El pensamiento del hombre está todo el día en actividad, jamás se detiene. Sólo que no sabe utilizar este instrumento extraordinario, y como no sabe utilizarlo, no sólo su pensamiento no le aporta gran cosa, sino que se convierten para él en un medio más para atormentarse y destruirse.

El pensamiento es una fuerza, un poder, un instrumento que el Señor nos ha dado para permitir que lleguemos a ser como Él, creadores, pero creadores en la belleza, en la luz, en la perfección. Con el pensamiento podemos entrar en contacto con regiones, materiales, quintaesencias y criaturas, tanto del mundo divino como del mundo de los infiernos. Por esto es tan importante tomar conciencia del poder creador del pensamiento, para no ir a chapotear en las ciénagas, sino convertirnos en obreros en el campo del Señor.   

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Su obra está publicada en España por la Asociación Prosveta Española- www.prosveta.es. Foto: muchacho en Calcuta, India, 2 marzo 2011