El pensamiento de hoy es una de las frases de Thich Nhat Hanh entresacada de su tercera charla, en forma de coloquio (transcrita íntegra más abajo), en la Universidad de Barcelona, el pasado 10 de mayo.

La frase nos es bien conocida y se nos invita a vivirla.

Todo el cosmos, se nos dijo muy bellamente estos días, está en la zanahoria que comemos: en su semilla, en la tierra donde crece, en el sol y en el agua necesarios, en las estrellas de la noche, en las manos que la recogen, en las manos que la preparan, en nuestra consciencia al nutrirnos por el alimento…

El símil es válido para todas las cosas de la vida, que puede así tomar otra dimensión (sagrada, de respeto, de comunión).

Activar esa “consciencia sobre la zanahoria” está al alcance de todos, y empieza desde la respiración.

Poco a poco nos trasladaremos a voluntad al mundo de la comunión y de la consciencia, al Reino de Dios, aquí, en la tierra.

Cada cosa que dices y haces puede ser un acto de amor.”

Thich Nhat Hanh en el marco de las Jornadas internacionales de “Mindfulness” en Educación. “Escuelas despiertas”. Barcelona, Universidad Central, 10 mayo 2014. Foto de Koldo Aldai

Cada cosa que dices y haces puede ser un acto de amor.”
Apuntes de la tercer y última conferencia de Thich Nhat Hanh en el marco de las Jornadas internacionales de “Mindfulness” en Educación. “Escuelas despiertas”. Barcelona, Universidad Central, 10 de mayo de 2014. La conferencia se desarrolló en forma de coloquio.

 

¿Cómo llevamos la práctica a la vida cotidiana?

Cuando el agua fluye por el grifo, te das cuenta de que es maravilloso el que el agua llegue a ti desde lo más alto de la montaña o desde lo más hondo de la tierra. El agua está ahí para también para permitirte aplicar las enseñanzas en la vida cotidiana. Cuando te lavas los dientes puedes pensar por ejemplo en el agua, en el cepillo…, también en que tienes dientes para cepillar. Yo por ejemplo me alegro de tener dientes para cepillar a los 87 años. (Risas…) El desayuno es también otra ocasión para el desarrollo de la conciencia del instante. Cada cosa que haces, puede ser un práctica en plena conciencia. Cada acto puede representar una oportunidad de gozo, una ocasión de vivir en el aquí y el ahora.

Cuando caminas del aparcamiento a tu casa, del parking al trabajo hazlo en plena conciencia. En realidad podemos acompañar con nuestra respiración cada actividad de la vida diaria. Podemos acompañar la práctica igualmente con los versos de la plena conciencia. Estos versos nos ayudan a sumirnos en esa práctica. De esa forma no necesitas un tiempo aparte. Igualmente puedes crear un grupo de practicantes que practiquen juntos, compartan el té, estudien la enseñanza… Esa comunidad te permitirá emplearte en la práctica durante muchos días. De lo contrario si estás solo, es muy probable que te olvides de la práctica. ¡Buena suerte!

¿El “mindfulness” ayuda a aflorar el inconsciente tóxico del pasado?
Lo profundo de nuestra conciencia se denomina conciencia almacén. La plena conciencia reconoce las recuerdos mentales positivos. Permite que aflore la energía del amor, de la hermandad, de la alegría. Sin embargo cuando un recuerdo negativo nos asalta, se nos acerca también el miedo, la rabia… Es entonces cuando diremos: “¡Buenos días querida rabia! ¿Cómo está Vd.?” La energía de la plena conciencia ayuda a abrazar esas formaciones mentales negativas. Puede ayudarte igualmente el hecho de mirar dentro de la rabia y ver las raíces de esa rabia. Puedes mirar profundamente a ese miedo y entonces cobrar comprensión del miedo. Si llegas a comprender la raíces, te puedes liberar de ello. La práctica de la plena conciencia alimenta la energía con la que te vas a sanar.

¿Cuál es el mensaje para los jóvenes que no queremos seguir el camino  viejo y seguro, que sentimos que ése no es el camino?
Cuando no te crees lo que alguien te recomienda a propósito del camino de la felicidad, o cuando observas que otros no cumplen con aquello que predican, habremos de ir con cuidado. Deberemos adoptar decisiones extraídas de las propias experiencias. Aquello que hagas y que observes que te trae a felicidad, puedes creer en ello. Es mejor basarnos en nuestra propia experiencia de la vida.

Es fundamental tener una correcta idea de lo que constituye la verdadera felicidad. Has de observarte profundamente para tener tu propia idea de felicidad. El poder la fama, los placeres sensuales…, no lograrán hacerte feliz. Hay mucha gente que tiene todas esas cosas y sin embargo no es feliz. Sin embargo puedes fácilmente observar cómo las personas que tienen mucha comprensión y amor dentro de sí, sí son felices.  Entontes te dices: “Yo quiero hacer lo mismo, quiero ser como él o como ella. Quiero comunicar al mundo más felicidad y amor.” No quieras ser idéntica a él o ella, quiere ser como una persona que, como ellos, albergue mucha comprensión. El verdadero poder está en la capacidad de comprender, no en el dinero. La comprensión es una práctica, para ello has de mirar profundamente dentro de la otra persona. Cuando has llegado a comprender, el amor surge. Cuando tienes el verdadero amor dentro de ti, puedes sanar y ayudar a sanar y por lo tanto a crear felicidad.

Tomas entonces la determinación de ir en esa dirección. Decides tomarte tu tiempo y llenarte de más amor y compasión. Aún con una vida muy sencilla, puedes llevar una existencia muy feliz. No es precio seguir otra tradición espiritual, puedes encontrar tu propio camino de amor, verdad, hermandad y comprensión. Si tienes éxito, puedes inspirar a mucha gente a hacer lo propio

¿Nos puede hablar del “mindfulness” y el sufrimiento del dolor? ¿Cómo manejaremos las emociones negativas?
La plena conciencia te ayuda a saber qué es lo que ocurre en tu interior. Cuando un  sentimiento de esa índole aparece, ya tomas conciencia de él. La mayoría de la gente rehuye el sufrimiento, trata de cubrirlo. Hacemos muchas cosas con la finalidad de no estar en contacto con el sufrimiento que yace dentro de nosotros, sin embargo has de tener la valentía suficiente de volver a tu hogar interior y reconocer el sufrimiento que hay ahí. Tienes que tener la valentía para abrazarlo. Es la forma de sufrir menos.

Si eres principiante puedes pedir a tres o cuatro personas que te ayuden a reconocer ese sufrimiento, puedes invitarles a que respiren contigo. Eso es la hermandad. Si sabes como sufrir, sufrirás menos. En realidad sufrir es un arte. Incluso el Buda ha de sufrir, pero aquellos que sabemos cómo sufrir, sufriremos mucho menos. Si tienes la energía de la plena conciencia, puedes volver a ti mismo y sonreír a tu dolor, como una padre que abraza a sus hijos. La energía de plena conciencia permite abrazar nuestro dolor con compasión. Eso es lo que podemos lograr tras unos minutos de práctica. Puedes ir más allá aún, puedes hacer uso de ese sufrimiento para generar compasión y felicidad.

Cuando cultivas flores de loto, necesitas lodo. La felicidad necesita también algo de fango, de lodo para surgir. Escuchando, observando profundamente, surge más comprensión y compasión. He ahí los dos fundamentos de la felicidad. Ésta viene del lodo del sufrimiento. Hay una conexión muy profunda entre el dolor y la felicidad, así como entre el fango y el loto. Si huimos siempre del sufrimiento, no nos liberaremos de él. El sufrimiento es esencial para alcanzar la comprensión y el amor.

La visión correcta es el primer paso del noble camino óctuple. Sabiendo esto, haciendo un buen uso del sufrimiento, puedes generar una comprensión y compasión. Éstas pueden a su vez generar alivio en ti y los otros. No deberemos hacer por ocultarnos el sufrimiento. Hay quienes compran y consumen compulsivamente para tapar un sufrimiento. Salen incluso a buscar algo de comer, aunque no tengan hambre. Es una de las formas que utilizamos para huir. En esos casos habremos de practicar primero en nosotros mismos y después encontrar hermanos y hermanas que nos ayuden a abrazar ese sufrimiento.

¿Cómo aprender de los errores?
Incluso el Buda fue torpe y cometió errores. Somos humanos y por lo tanto torpes. La practica de la buena conciencia nos puede ayudar a sanar las heridas del pasado. Tal vez en el pasado le has dicho algo impropio a tu abuela, pero tu abuela ya no esta ahí para pedirle perdón. Inspiras en plena conciencia y reconoces que tú eres la continuación de tu abuela. Observas que ella no ha muerto, que sus genes, son los tuyos. Le puedes también decir: “Lo siento abuela, no fui hábil. No volveré a decir nada así…” Puedes ver a tu abuela dentro de ti y ver que ella, la abuela, te sonríe y te perdona. El ejercicio puede ayudarte a sanar el pasado y sentirte más ligero.

En la guerra del Vietnam había un soldado americano que asesinó cinco niños. Habían matado a su amigo e invadido por un sentimiento de venganza se dirigió a una pequeña aldea. En la entrada del poblado dejó una bolsa con bocadillos. Entre pan y pan colocó una sustancia mortal. Al tomar los bocadillos los niños no tardaron en retorcerse de dolor. Lloraban y gritaban de dolor en los brazos de sus madres. No podían hacer  nada, pues cualquier socorro médico se encontraba a gran distancia. Él soldado agazapado sin que le detectaran, vió a los cinco niños morir en los brazos de sus madres.

Esa escena, esos gritos le perseguirían de vuelta a casa. Ya no podía morir. No podía siquiera soportar ver niños en una habitación. Un día ofrecimos un retiro para veteranos de guerra en California. Tras cuatro días de práctica nos contó esta historia y lloró muchísimo. Le prometí una consulta personal. Le dije en ella. “Daniel (así se llamaba el soldado), has matado a cinco niños, pero ahora hay otros muchos niños que están muriendo. Hay miles de niños que sólo necesitan una pastilla para ser salvados. Cada día puedes salvar a cinco niños y puedes sanarte a ti también. No debes sentarte y paralizarte en ese sufrimiento.”

“Iré y salvaré a esos niños.” Fue su respuesta. Esa tremenda energía comenzó a sanarle en ese mismo instante. Se implicó firmemente con la infancia desprotegida. Sanó y se casó con una dentista en Inglaterra y ahora lleva una vida normal. ¿Qué queremos revelar con esta  historia? Puedes libérate de la prisión del pasado. Puedes hacer una determinación sólida de ayudar y sanarte. Es el poder de la aspiración.

Mora una voluntad firme dentro de ti. Puedes convertirte en una persona llena de compasión. Si tras un conflicto, la otra persona rechaza la reconciliación, tienes que demostrarte a ti mismo que has cambiado, que te has trasformado. Esa sanación en tu interior servirá para ayudar a la otra persona. Puedes escribir, pedir a un amigo que hable a esa persona para reconciliarte. Si ya te has convertido en otra persona, tienes el camino abierto. Primero has de reconciliarte contigo mismo. Si te has reconciliado contigo mismo, será más fácil reconciliarte con ese otro u otra.

¿Cuál es la edad apropiada para comenzar con la practica del “mindfulness”?
Puedes enseñar a tu hija la plena conciencia incluso cuando tu hija está dentro de ti. Al respirar, te haces conciente de la presencia del bebé dentro de ti. Tú y él no sois dos entidades separadas. Cualquier cosa que comes, que bebes es para tu bebé. Tus sentimientos son para el bebé. Cada vez que consumes los cuatro alimentos, tu bebé los consume. Lo que lees, escuchas, comes…, todo ello influye directamente en tu bebé. Establece pues esa comunicación positiva desde muy temprano. El bebé tal vez no entienda el lenguaje de los adultos, pero puede ser conciente de la energía que tú irradias. Por ejemplo percibes si el padre y la madre están en armonía. Él siente la armonía o desarmonía en los adultos. Ello tiene un impacto directo dentro de tu hijo o hija. Repara también en el tema de la alimentación. Si alimentas con tu leche, incluye ahí el ingrediente del amor, de forma que además de leche, ingiera amor.

Recuerdo en un encuentro en Alemania en el que había mil personas. Cuatro madres se encontraban en primera fila dándole el pecho a sus hijos. Ya incluso antes de comenzar la charla, los bebés estaban siendo, no sólo alimentados por los pechos de sus madres, sino también por la energía de la plena conciencia allí acumulada. Al revés otro tanto, la energía de amor maternal influía positivamente en nosotros. Cuando desayunes con tu hija o hija, dile: “Cariño, ¡que bien que estamos desayunando juntos!”. Puedes manifestar tu aprecio en cada instante.

En Plum Village recordamos a menudo que el momento que disfrutamos juntos es maravilloso. Decimos:  “Momento feliz, momento maravilloso”. Podemos pronunciar el “mantram” varias veces al día, caminado juntos, comiendo juntos… Estamos vivos, estamos compartiendo una taza de té…, siempre es posible. Los niños son receptivos a ese tipo de práctica. Aprenden sin saber que están aprendiendo. El aprendizaje de la práctica por su parte será no formal. Basta que disfrutes de lo que haces. Eso afectará positivamente a tu hijo. ¡Tres años quizás es muy tarde para comenzar  con estas  prácticas con tu hijo! (Risas…).

¿Los niños pequeños y la rabia, las pataletas…?
Explicar al fiel estilo de los profesores a menudo no funciona. Seguramente los niños no están interesados en palabras y conceptos. Es preferible utilizar palabras y expresiones sencillas. El niño se da cuenta cuando la madre tiene rabia. Si te ven practicando en el momento del acceso de rabia, te tomarán ejemplo. Si respiramos, si no hacemos nada, si caminamos cuando estamos con rabia…, todo ello calará dentro del niño. Hay que enseñar con nuestro propio cuerpo, con nuestra propia vida. Enseñar con tu forma de caminar, de sentarte, de mirar, de comer, de reaccionar ante una provocación… Esa enseñanza es bien recibida por lo niños, no necesitas palabras.

¿Cómo evitar que los hombres se vuelvan blandengues?
El silencio es muy poderoso. El silencio según la tradición budista puede ser atronador, La compasión no es blanda, es al contrario muy poderosa. Puedes llegar incluso a estar dispuesto a morir por otros. Es la violencia la que te hace débil. Puesto que eres débil necesitas una armada, un arma, un ejército… El buscar algo de ello quiere decir que tienes mucho miedo. Esa búsqueda te delata. Si llevas un arma quiere decir que estás temeroso.

La compasión nos ofrece mucha energía, evidentemente de otro signo. Con la compasión podemos llegar a hacer cualquier cosa para ayudar a los demás. En el “sutra” del loto, la compasión se describe como un trueno. Se trata en realidad de una nube que puede generar un rayo, un trueno muy poderoso. Si tienes violencia dentro de ti, sufres. Los adolescentes, los niños tal vez tengan mucha violencia y sufran. Si cultivamos la compasión nos convertimos en saludables y poderosos. La violencia destruye nuestra salud física y mental. El pensamiento de odio y violencia empezará a destruirte a ti y al mundo. Por el contrario, un sentimiento de compasión comienza a sanarte a ti mismo y de esa forma a sanar el mundo.

Se trata de pensar de tal forma que puedas generar comprensión y compasión o lo que es lo mismo, la compasión puede expresarse en la forma que piensas, hablas y actúas. Si estás motivado por el deseo de ayudar a otros a sufrir menos, si dices algo lleno de compasión, te sientes maravillosamente bien dentro de ti mismo. De esa forma puedes ayudar a sanar a otras personas.

Hemos de aprender a generar la energía de la compasión dentro de nosotros. Si queremos a nuestra familia, nuestra ciudad, nuestra nación…, hemos de cultivar más el sentimiento de la compasión. La compasión llega de la comprensión y ésta a su vez del sufrimiento. Los doctores ahora empiezan a saber que la compasión es sanadora. En la Universidad de Stanford están empezando a reconocer el poder curativo de la compasión. La compasión por lo tanto nos hace fuertes, no débiles.

Alguien me pide ayuda y tiene poco tiempo. Le digo que abrace su sufrimiento y sin embargo rechaza la práctica. ¿Cómo puedo yo ayudarle…?
La cuestión fundamental es que te organices para poder disponer de más tiempo (Risas…) Algunos nos hemos hecho monjes para no emplear tiempo en ganarnos la vida. No tienes que tener casa, salario, coche… Tienes mucho tiempo para ayudarte a ti mismo y ayudar a los demás. Para poder disponer de más tiempo, puedes llevar una vida sencilla. Especialmente la vida comunitaria te permite tener mucho tiempo para ayudar al prójimo.

El tiempo no es dinero, no es para hacer dinero. El tiempo es vida, es amor. Emplea tu vida en hacer tu vida, no en hacer dinero. Si priorizas el hacer dinero, no tendrás tiempo para lo esencial. Si no tienes tiempo para cuidarte y sanarte, no tendrás tiempo para amar. Cada cosa que dices y haces, puede ser un acto de amor. Reconsidera la forma en la que administras tu tiempo.

Observa la forma en cómo la gente emplea su tiempo. ¿Tienen en verdad tiempo para mimar a sus hijos e hijas…? Siempre están apresurados. Aspiremos a disponer de mucho tiempo para sanarnos a nosotros mismos y sanar a los demás. Organizar un retiro es para nosotros un acto de amor. Cuando vemos que la gente sufre menos, sonreímos y vemos entonces que la vida tiene un profundo significado. Interroguémonos sobre la administración de nuestro tiempo. ¿Tenemos tiempo para sanar y ayudar a los demás?

La “shanga” y los jóvenes sin experiencia. ¿Cómo proteger una “shanga”?
Si tienes un sueño, necesitas una comunidad. Construir una comunidad es algo muy importante. Buda se empeló en buscar amigos para construir una “shanga”. Entrenó a mil jóvenes para habituarlos en el adecuado caminar. Podemos hacer lo propio, escucharnos los unos a los otros, adoptar decisiones por consenso, lograr una visión compartida.

Cuando te adhieres a una “shanga” funcionas como tal, no como un individuo. Si organizamos un retiro , lo organizamos como un grupo, no como una persona. Thay obedece a lo que dice la “sangha”. Deberíamos funcionar como una shanga con armonía y paz. Lo más noble que podemos hacer es crear una “sangha”. Con Martin Luther King hablamos de ello en el 66. Los dos conveníamos que era imposible tener un sueño, sin una comunidad. En Ginebra volvimos a hablar sobre nuestro proceso de creación de una “sangha”. Yo tomé el compromiso de construir una “sangha”, no sólo por nosotros, sino también por él… Con la “sangha” tienes un instrumento para ayudar a la gente. La gente puede tomar refugio en la “sangha” y sanar así. Puede crear hermandad. Los profesionales pueden crear sus propias “sanghas”. También los propios ejecutivos deberían intentar formar una “sangha”. Si una “sangha” tiene armonía y hermandad puede hacer muchas cosas. Sin la “sangha” Thay no podría hacer nada.

* La citas pueden perder en algunos momentos su exacta literalidad  en aras de una mayor comprensión, no obstante no se ha  variado un ápice del contenido esencial.