Desde el mundo sutil llegan mensajes muy hermosos, uno tras otro.

Van más allá de la poesía, pues nos hablan de la comunión, de la hermandad, y de esa palabra tan manida que es el amor.

El amor que se transmite con la mirada, que brota desde el alma, dirigido a todos los seres, al milagro de la vida.

Pero no estamos atentos, porque no podemos y porque no queremos.

Y la vida se nos pasa veloz, a hurtadillas, apenas sin tiempo para acariciar el momento de la revelación, del descubrimiento, de la magia.

Y hoy, en el alba, la vida nos saluda con lo que puede ser y nos pide de nuevo que estemos atentos.

Nos lo pide casi a gritos… Y nos encuentra ocupados, ajenos…

En la mirada de confianza de este niño, en su hermosa ensoñación, hay otra humanidad.

La música del enlace nos susurra, realmente, “amad”.

Dediquemos dos minutos para ir al encuentro de esa ensoñación.

http://www.youtube.com/watch?v=I5ehABEe1uI&feature=related