“El hombre que no odia a ser viviente alguno, ese es mi amado”, nos dice el Bhagavad Gita.

“Trato de amar y no odiar”, nos dice el Mantram de Unificación.

El odio lo contamina todo y destruye en primer lugar al que odia. Trascender el odio significa conquistar la libertad.

El hombre que trasciende el odio trabaja ya en otro plano.

Está en el mundo, pero recibe las bendiciones de lo alto. Trabaja en lo esencial.

Su mirada, su pensamiento, han trascendido.

Y en gran medida, ha vencido al mundo.

Y por eso ya no teme.

Educad a otros mediante el ejemplo de las acciones manifestadas,
mas no condenéis a aquellos que aún están en la oscuridad.
Muchos hay aún ignorantes – perdonadlos,
porque sus espíritus dormitan.

Nada os atemorizará –
los Portales predestinados os aguardan.
Desdeñad la cobardía – Yo amparo a los intrépidos.

Las Hojas del Jardín de Morya I, La Llamada, sutra 26, 1924, Agni Yoga Society, Nueva York