Mientras Nicholas Roerich pintaba los hermosos Himalayas, su esposa Helena escribía sus volúmenes de cartas.

Este fragmento que traemos hoy nos habla de la alegría, que puede atraer alegría del espacio, del pensamiento puro, que cura y regenera, y de la irritabilidad, que actúa como un veneno.

Vivir una jornada con arreglo a estos principios, y luego otra y luego otra, hasta que un día, muy pronto, uno descubre que su lugar en el mundo ha cambiado…

Recordar, al inicio de la siguiente jornada, esta trilogía de pensamiento y de acción: alegría, pensamiento puro, rechazo de la irritabilidad…

La siguiente jornada también …

Entonces los sonidos, las imágenes, los rostros empiezan a adquirir otro significado.

Entonces los miedos desaparecen y llegan las respuestas.

Entonces, uno empieza a recordar quién era y quién es y el contacto con el Divino se convierte en parte de lo cotidiano; y la magia, lo sagrado, vuelven a ser una parte central de la vida…

Entonces, entonces…. Tantas posibilidades a nuestro alcance

El pensamiento es un magneto, y cada pensamiento oscuro crea un estrato de fluidos espesos que atrae y convoca conciencias similares. «La alegría puede, por medio de una corriente magnética, atraer alegría del espacio.» Recuerda que el pensamiento actúa como un boomerang; por lo tanto, si se envía el pensamiento a una persona cuyas vibraciones no son idénticas, éste retornará a aquel que lo envió, reforzado con idénticas vibraciones que están oscilando en el espacio y están buscando juntarse. Es fácil imaginarse los resultados destructivos que un pensamiento enviado con malignidad puede traer de regreso a quien lo envió. Así mismo, durante la debilidad temporal de la protectora red aúrica en el caso de una enfermedad, los envíos maliciosos complicarán el esfuerzo del organismo, causando así un daño irreparable. ¿Seremos tan tontos en producir tales pensamientos obscuros? Ahuyenta de ti cada pensamiento impuro; reemplázalo con un pensamiento benevolente. Apresúrate a purificar el espíritu con pensamientos creativos, y amplios acerca del futuro maravilloso.

También es necesario recordar constantemente los efectos ruinosos de la irritabilidad. «La irritabilidad hace que nuestro receptáculo sea frágil.» El veneno de la irritabilidad, con todas sus consecuencias es señalado en el Agni Yoga. Este veneno corroe las preciosas precipitaciones de la energía psíquica. ¿Y qué puede ser alcanzado sin la acumulación de esta energía? Los resultados serán la estupidez y la destrucción. Por supuesto, cada uno es libre de destruirse a sí mismo, pero diseminar esta terrible infección es criminal. Por lo tanto, teniendo presente la importancia del pensamiento y de la irritabilidad empezaremos la creación de una atmósfera benevolente.

Cartas de Helena Roerich, Volumen 1, 17 agosto 1930. Agni Yoga Society, Nueva York. Imagen: Temple of Naggar, 1929, Nicholas Roerich