
Con la mayor humildad, pero con perseverancia, hemos de ser conscientes de que el cambio en cada uno es el cambio colectivo al que aspiramos. Ello debe también darnos esperanza.
El esfuerzo por actuar con dignidad y coherencia llevará un día a que seamos dignos y coherentes sin ningún esfuerzo, porque será nuestro estado natural del ser.
Ese día podremos ser como el sol físico y espiritual, que distribuye energía sin cesar.
Todo comienza con nuestro esfuerzo hoy. Esta misma mañana. Seamos muy conscientes de ese potencial. Con humildad, pero también con convicción.
“Nuestro lema es: “Cuando tú cambias, el mundo cambia”. Siendo una persona mejor, el mundo puede ser mejor. Si perdemos la esperanza, perdemos todo. Cuando se confía en el corazón de las personas, se puede ver que otro mundo es posible y además que lo vamos a alcanzar.
El Sol supremo, imagen del físico, está iluminando constantemente en todas las direcciones. Es un donador constante. Su energía se mantiene por siempre igual. Es la fuente de energía más potente de todo el Universo. Aprenderemos un día a ser como el Sol.”
Marta Matarín, entrevista con Fundación Ananta (octubre 2009). Foto: camino del K2, agosto 2005, autor Jonás Cruces