Hoy traemos un texto de una de las conferencias de Vicente Beltrán Anglada.

La paz existe, pero para acercarse a ella es preciso apartarse del ruido.

Cada uno de nosotros tiene que trazar la línea entre lo que es información para “estar en el mundo”, y lo que es ruido.

Si somos honestos, veremos que el ruido comienza enseguida. Está por todas partes. Contamina toda posibilidad de paz.

Podemos estar siempre conectados, recibiendo información: pero la información-basura es tan dañina como la comida-basura.

El ruido es una de las ramas secas que mencionábamos hace unos días que debemos quemar en esa hoguera que nos permita nacer de nuevo.

Sustituir el ruido por la gloria de la acción creadora, se nos sugiere hoy.

Porque en el silencio, en la quietud, en la limpieza interna, fuerzas poderosas vendrán a visitarnos.

Yo les estoy diciendo y soy reiterativo: apártense del ruido, busquen la quietud, ampárense en el silencio, porque es aquí donde está la Paz del hombre, por lo tanto vaya ustedes siempre donde exista quietud; no permitan que se entrometan dentro de ustedes las fuerzas de los acontecimientos temporales, los ruidos discordantes, los malos pensamientos, la ola pornográfica dentro de la cual estamos inmersos; y que adquiramos en consecuencia, la gloria de la acción creadora; que dejemos de imitar, que podamos construir y para crear hay que empezar aquí y ahora. No crearemos con la secuela, con el rosario de recuerdos del pasado, que han creado confusión y todos los males que vemos en la sociedad. No pensemos en un futuro de promisión porque estamos aquí, pensemos en el presente, no estamos ni antes ni después, estamos ahora. ¿Y como estaremos aquí y ahora si no estamos muy atentos? Siempre será el mismo mensaje.

Vicente Beltrán Anglada, conferencia “La venida del Instructor del Mundo”, Barcelona 12 septiembre 1987.  Imagen: escena de «El árbol de la vida», de Terrence Malick