«Bajo una u otra forma, las aventuras de todos los seres humanos presentan analogías con las aventuras maravillosas relatadas en los cuentos. Sí, todos vosotros sois príncipes y princesas, y tenéis en vosotros todas las riquezas: vuestro corazón, vuestro intelecto, vuestra alma y vuestro espíritu son cofres llenos de oro y de piedras preciosas.

Y también sois magos: tenéis una varita mágica, la palabra, cuyos verdaderos poderes no habéis experimentado todavía. Y sin embargo, lo sabéis: decís algo amable a alguien, y veis inmediatamente los resultados. Le insultáis, y también veis inmediatamente otros resultados: no habéis tocado a la persona, no la habéis herido con un cuchillo, y sin embargo, se siente herida. Sí, la palabra es mágica. Así pues, vigilad vuestras palabras. Pero, primero, vigilad vuestros pensamientos y vuestros sentimientos para que estos os inspiren las palabras gracias a las que, como buenos genios, aportaréis por todas partes consuelo, paz y alegría.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Noirmouitier-en-l’île, Francia, 2 de septiembre de 2013 (Lu Torralba)