Esta semana (miércoles a las 14:20 horas) es la luna llena de Tauro.
La tradición y la leyenda se refieren a la celebración de esta luna lena en el valle de Wesak en los Himalayas.
En esta celebración el Cristo y el Buda participan en una ceremonia en la que se invocan para su distribución las energías de luz y de amor para la tierra.
Cada uno de nosotros, creamos o no en esta tradición esotérica y en su posible manifestación externa, podemos participar activamente en este Festival espiritual de Wesak. Para ello, es recomendable mantener un estado lo más meditativo posible en los dos días anteriores, el propio día y los dos días posteriores al plenilunio, en los que intentaremos estar con el corazón y la mente limpios y en actitud receptora de esas energías búdica y crística, poniéndonos al servicio de estas energías transformadoras para, en la medida de nuestras posibilidades y nuestra comprensión, ser una antena en su difusión. Para el cristiano, tiene sentido recordar entonces la preciosa frase de Jesús: “Mi Padre trabaja, y yo trabajo con Él”.
Wesak, 28 de abril de 2010, una nueva oportunidad para la Humanidad para decidir vivir con mayúsculas, para liberarse, para contribuir a ese nuevo mundo tan necesario y tan anhelado, para tomar el ejemplo del Buda y el Cristo, para comprometerse en la verdad y en el amor.
Que así sea.