Hoy traemos un precioso mensaje de Yogananda a propósito de lo que no debe esperar: la búsqueda de Dios.

Es una búsqueda que comienza dentro de nosotros, en el contacto con el alma.

Desde la consciencia del alma se abren puertas al mundo sutil que antes permanecían cerradas.

Y conscientemente cerramos puertas por las que antes transitábamos, y que nos llevaban a la distracción, al olvido, a la ignorancia.

Esa búsqueda pasa por visitar y frecuentar nuestro interior, en silencio, hasta que sepamos escuchar y descifrar lo que el alma nos dice.

Hasta lo más cotidiano nos lleva a Dios cuando es realizado desde la plena consciencia.

Una pregunta pertinente antes de emprender algo es: “¿Me acerca a Dios? ¿Me acerca a mi Ser? ¿Me centra? ¿Me pone en mi eje?”.

Con frecuencia lo que hacemos nos aleja de nuestro Ser, nos desencaja.

El nuevo año buen momento para eliminar lo superfluo y centrarse en lo esencial.

Y lo verdaderamente esencial es el reencuentro con lo divino para entender nuestra filiación divina, y para intentar honrar, cada día, esa maravillosa filiación.

Todo lo demás puede esperar, pero tu  búsqueda de Dios no puede esperar.

Paramahansa Yogananda (1893-1952). Imagen: Acuarela de Dora Gil: “Refiugio” http://www.doragil.com