«Cada día, los acontecimientos a los que asistís o de los que sois autores, así como las personas que os encontráis, os inspiran ciertos pensamientos y ciertos sentimientos. Pero sabed que según la naturaleza y la fuerza que les habéis comunicado, estos pensamientos y estos sentimientos siguen un camino determinado en el espacio, luego vuelven hacia el lugar de su origen, es decir vosotros mismos. Si estos pensamientos y estos sentimientos son justos, generosos, os llegarán bendiciones, pero si están infectados por un veneno salido de vuestra cabeza y de vuestro corazón, no os sorprendáis de sentiros, vosotros también envenenados. Esto se llama «choque de rechazo», y es una ley que actúa tanto para el bien como para el mal. Seguro, que incluso siendo un discípulo de la Ciencia iniciática, no conseguiréis, de un día para otro, controlar vuestros pensamientos y vuestros sentimientos, pero lo esencial, es que cada vez seáis más conscientes de cuán importante es esta cuestión. Pasado algún tiempo, no solamente seréis dueños de vuestra vida psíquica, sino que cuando las influencias nocivas venidas del exterior intenten atacaros, seréis capaces de rechazarlas.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: primera hora de la mañana en Foncebadón, León (Camino de Santiago), 25 de febrero de 2016 (cortesía de El Trasgu de Foncebadón).