Estos pasados días en Howrah y Calcuta han estado llenos de regalos.

El principal regalo es la sonrisa de los que no tienen nada.

Es una sonrisa limpia, muy pura, que llega plena, poderosa.

Es la sonrisa de los más desposeídos de la tierra, pero que sin embargo poseen la inocencia de los niños.

A esto, precisamente, se refiere Jesús una y otra vez en sus enseñanzas.

Son seres que cuando sonríen en realidad parecen ángeles.

Que su sonrisa nos acompañe, nos transforme, nos vivifique, nos recuerde lo importante.

Es la oración que traemos desde allí.

Foto: niñas residentes en el programa de Fundación Ananta en Anand Bhavan, Howrah, India, 24 marzo 2010

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