Hoy se nos invita a transformar nuestro estado interior.

Se nos anima a realizar las tareas (las pequeñas y las grandes) con amor.

Porque todo puede ser impregnado de amor y de plena consciencia.


Esa consciencia elevada puede irradiar desde nuestra misma mirada.

La energía es poderosa, y tiene un efecto vivificador y curativo, primero en nosotros.

Dice Aïvanhov que el amor triunfará sobre nuestra fatiga.

Es una preciosa medicina natural.

«La sensación de cansancio es ciertamente una realidad objetiva, pero depende mucho también del estado interior. A alguien que me preguntó un día cómo volverse infatigable, le respondí: «Me parece bien revelarle el secreto, pero ¿sabrá acaso utilizarlo? Este secreto es tener amor por todo lo que haga, porque es el amor el que despierta y mantiene los poderes del hombre.» Trabajad durante horas con amor y no sentiréis cansancio; pero trabajad apenas unos minutos con descontento, con irritación, algo os bloqueará y os sentiréis agotados rápidamente.

Cada vez que debáis emprender una actividad o cumplir con un deber, esforzaos en hacerlo con amor o, si no, ¡no lo hagáis! Lo que hacéis sin amor os desgasta, y no os extrañéis, por tanto, de que después no os quede ninguna fuerza. Trabajar sin amor es como si introdujeseis un veneno dentro de vosotros. Diréis que hay tareas que os desagradan, que os aburren (¡sólo con pensar en ellas ya estáis cansados!), pero que os resulta imposible evitarlas. Procurad, en tales casos, encontrar al menos una razón para poder llevarlas a cabo con amor, y esos trabajos os parecerán más soportables. Lo constataréis: estaréis menos cansados, el amor triunfará sobre vuestra fatiga.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Editorial Prosveta. Imagen: niños en el colegio en la provincia de Quang Tri, Vietnam, 30 de septiembre de 2014 (Jorge Tamames)