En el encuentro con Dadi Janki hace una semana se insistió en el poder de la benevolencia.

La visión del mundo y de las personas tiene mucho que ver con el corazón desde el que se mira.

Un corazón limpio ve un mundo muy distinto al que se ve desde un corazón oscuro.

La benevolencia tiene mucho que ver con el arte de bendecir.

En nuestras sociedades modernas sin embargo son muy frecuentes los antónimos: malevolencia y maldecir.

Ambos afectan al emisor en una corrosión lenta, letal.

La persona benevolente y que bendice entra en las regiones sutiles de la magia blanca.

Es curativo, cuando te cruzas con una persona, hablarle a tu interior con estas palabras: “Que Dios te bendiga”.

Imagen: Dadi Janki con Sister Jayanti