«Como el animal, el ser humano debe alimentarse para subsistir. Pero a diferencia del animal, puede, mediante su conciencia, encontrar en el acto de comer el medio de crecer psíquicamente, espiritualmente. E incluso iré más lejos: en la medida que no sea capaz de dar a este acto una dimensión más vasta, más profunda, es inútil que pretenda cultivarse, civilizarse.

Esto es para mí un test. Cuando los humanos aprendan a comer con una conciencia lúcida, entusiasmándose con la comida, pensando con agradecimiento que todo el universo ha trabajado para producir esos frutos, esas legumbres, esos cereales gracias a los cuales reciben la vida, en ese momento sí, podrá hablarse de cultura y de civilización.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Imagen: paisaje en Toledo 2016 (cortesía de Carchín Oriol)