Los rayos de sol se cuelan entre estas altas montañas al final del valle.

Alguien nos habla.

En el silencio, en el interior, arde una llama.

Nos habla del maya, de lo irreal, y también de lo real.

En lo real nos encontramos, nos dice. En lo real somos uno, somos hermanos.

En el sueño de la noche unos se querellaban contra otros, la vida era esa lucha salvaje y brutal. Y además, muy breve.

Pero en lo real, nos dice esa voz, sólo hay armonía y paz, y todo se reconoce.

Seguimos caminando al encuentro de esos rayos, al final del valle.

Foto: valle en Bhutan, mayo 2010