Sobre el poder del pensamiento ya está todo escrito.
El pensamiento puro y elevado es salvífico, limpiador y purificador.
Contribuye, callada y anónimamente, a la formación del cuerpo de gloria.
Su vibración va más allá de uno, proyectándose alrededor como un faro de luz.
El pensamiento negativo y hosco tiene el efecto contrario, y es causante de cánceres psíquicos y también físicos.
Es característico del hombre moderno, que abraza con entusiasmo el principio de “piensa mal y acertarás”.
Pero hay un Nuevo Mundo por descubrir y por vivir al que se refiere Jesús cuando habla de los limpios de corazón.
Es un mundo deslumbrante, prístino, radiante, luminoso, que empieza muy adentro: en el pensamiento.
Está aquí, ahora, para el que quiera vivirlo.
«La vibración de los pensamientos puros puede proyectarse y alcanzar a todo el mundo. Así pues, mi vida puede funcionar como un faro».
“Sabiduría para el día a día”, Brahma Kumaris. Imagen: Foto de Concha Barbero de Dompablo, 26 octubre 2013