En las horas del alba recibimos hermosos mensajes.

Hablan de los grandes horizontes, de otras realidades, de la vida que nos es vedada cuando vivimos en la inconsciencia.

Es mejor estar en la conscienca. Sin juzgar, actuando, haciendo, como bien dice el sutra.

Recibiremos auxilio.

En las horas del alba recibimos hermosos mensajes.

No los desperdiciemos.

En los rayos de la mañana decidiremos y os enviaremos Nuestra Palabra
Ni en sueños ni en el deseo, sino en unidad de espíritu.
Al observar la Bienaventuranza, vais como un heraldo, llevando Nuestras Nuevas.
No juzguéis, actuad.
No contempléis en exceso, cread, hallad –
Y Yo, Yo Mismo, seré vuestro auxilio.
¡Sí, sí, sí!
¡He dicho!

Las hojas del jardín de Morya, sutra 315, 1924 Agni Yoga Society, Nueva York. Foto: atardecer en el jardin botánico de Calcuta, 24 de marzo de 2010