«Los humanos, a través de todas las actividades a las que pueden dedicarse, se esfuerzan en encontrar sentido a su vida. Pero este sentido de la vida, sólo lo encontrarán cuando decidan participar en la realización del Reino de Dios y su Justicia. Porque entonces, suceda lo que suceda, serán trabajadores en el campo del Señor, y se sentirán ayudados, sostenidos y satisfechos porque serán conscientes de que participan en un trabajo inmenso. Y sobre todo comprenderán que jamás estarán solos ni se sentirán abandonados.

Cada uno de vosotros puede encontrar el sentido a su vida a partir de hoy mismo, porque a partir de hoy en vez de trabajar sólo para la satisfacción de sus necesidades, puede decir: «En lo sucesivo, quiero trabajar para el Reino de Dios y su Justicia.» Y aunque seáis desconocidos en la tierra, vuestro nombre quedará escrito en el Libro de la Vida y recibiréis las bendiciones del Cielo. Siempre hay que ir más lejos, tener aspiraciones cada vez más amplias, más vastas; esto es lo que da verdaderamente un sentido a la vida.»

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Editorial Prosveta. Imagen: Antigüedad, Palencia, 26 junio 2016 (cortesía de Marga Lamoca