Normalmente nuestra comunicación se dirige fundamentalmente al cuerpo mental y al cuerpo emocional. La publicidad, los titulares, van con frecuencia dirigidos al cuerpo emocional más bajo, por eso generan miedo, codicia, odio, avidez, deseo de poseer.
Rara vez nos dirigimos al alma de las personas, desde nuestro alma.
Cuando eso ocurre, un nivel de comunicación superior emerge.
Es un nivel de comunicación desde la mayor autenticidad, y resuena de modo distinto en la otra persona.
Nuestro intelecto, nuestras emociones, están recibiendo información permanentemente, pero prestamos poca atención a la comunicación del alma, en parte porque no estamos habituados a contactar con el alma.
El día en que hablemos desde el alma la humanidad realizará un cambio revolucionario.
La mente, las emociones, son terrenos movedizos, inestables.
Desde el alma se entiende mejor la preciosa frase: “no endurezcais vuestros corazones”.
El intelecto es esta facultad gracias a la cual los humanos pueden conocer la materia, y así pues también actuar sobre ella. Por esto se afanan en cultivar su intelecto y por ello existen en el mundo muchas personas instruidas, capaces y hábiles. Esto está bien, pero cuánto más los humanos se orientan en esta dirección, más medios adquieren para dominar a los demás, imponerse a ellos, someterles. No hay más que observar cómo se comportan…
¿Y por qué es así? Porque la educación que se da a los niños y a los estudiantes en las escuelas y en las universidades, no va dirigida ni a su corazón, ni a su alma, y mucho menos a su espíritu, sino únicamente a su intelecto; y ponen esta educación al servicio de su naturaleza inferior que se manifiesta mediante el egoísmo, la ambición y los celos. Ninguno de los conocimientos que reciben permite a los jóvenes trabajar sobre su naturaleza inferior para dominarla; se les proporcionan armas sin inculcarles el ideal para mejorarse, y entonces, evidentemente, lo aprovechan para satisfacer sus apetitos más bastos.
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos (www.prosveta.es). Foto: niña en el poblado de Salgaon, India, 3 mayo 2009