«La vida puede ser definida como el resultado de los intercambios que realizamos con toda la naturaleza. La vida está hecha sólo de intercambios. Las manifestaciones más evidentes son la nutrición y la respiración, y si estos intercambios son obstaculizados, se produce el debilitamiento, la enfermedad y la muerte. Pero los intercambios que debemos hacer para vivir, no se limitan a la nutrición y a la respiración. O más exactamente, consisten en alimentarse y en respirar también en las diferentes regiones del universo para alimentar nuestros cuerpos sutiles: los cuerpos etérico, astral, mental, causal, búdico y átmico.

Cuando comprendáis cómo es posible hallar en el universo el alimento que conviene a vuestros diferentes cuerpos, sentiréis que vuestra vida es como una inmensa sinfonía. Pero primero es necesario comenzar restableciendo las comunicaciones, para que las corrientes de energías puedan circular entre el universo y vosotros. Y el restablecimiento de estas comunicaciones sólo puede hacerse mediante un trabajo con el pensamiento.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: escena en Nueva Zelanda, noviembre de 2015 (Kora Trek)