“El valle de lágrimas”, se nos ha dicho tantas veces a propósito de esta tierra.

Valle de lágrimas que construimos nosotros cada vez que la malevolencia nos llena y se proyecta.

Pero he aquí que hay seres que ya han trascendido, aquí en la tierra: hacen de la bondad y de la inofensividad su práctica cotidiana.

En cada acto se remontan hacia la Luz. En cada acto, sin buscarlo, avanzan un peldaño hacia el éxtasis.

Como tantas veces comentamos en estos pensamientos, es tiempo de elegir. Y la elección es hoy, no mañana.

Cada acto, cada mirada, es un peldaño hacia arriba o hacia abajo.

Desde arriba se comprenden más cosas.

Si pudierais recordar el éxtasis del espíritu liberado del mal,
¡Os regocijaríais en lugar de lamentaros!
El espíritu cargado de malevolencia no se puede elevar.
Mas la bondad liberada se remonta hacia la radiación de la Luz.

Las hojas del jardín de Morya, sutra 400, 1924 Agni Yoga Society, Nueva York. Foto: cerca de Ahmedabad, Gujarat, India, mayo 2009