En estas notas hablamos con frecuencia de que no estamos solos.
La lucha entre el bien y el mal continúa.
Esa lucha empieza en cada pensamiento, y sigue en cada mirada.
Algunos portan un escudo embellecido por la Mano del Creador, se nos dice.
Son parte de un ejército sin rango ni jerarquía.
Ese ejército busca multiplicar las manifestaciones del bien para contrarrestar el mal.
Sus armas son la compasión, el amor, la verdad, la nobleza, la dignidad…
Al final de cada día sería hermoso poder decir, como dijo Jesús: “Mi Padre trabaja y yo trabajo con Él”.
“Complejos son los tiempos y oscuras las fuerzas,
Más Nuestro Rayo está siempre ardiendo.
La Mano del Creador embellece los escudos de los escogidos con manifestaciones del espíritu.
La voluntad del enemigo no resistirá ante la Voluntad del Creador”
Las hojas del Jardín de Morya I (La Llamada), sutra 222, Agni Yoga Society, Nueva York (1924). Imagen: monumento de Stonehenge, Wiltshire, Inglaterra, 2 de marzo 2015 (Javier León)