«En apariencia, sólo se ven injusticias en la tierra. Unos lo tienen todo: salud, belleza, riquezas, talentos, virtudes, ¡y otros están tan desprovistos! Pero en realidad, nada de lo que los humanos han recibido al nacer les ha sido dado de forma arbitraria: todo lo que hoy poseen, lo trabajaron en el pasado para obtenerlo. Tanto si se trata de riquezas materiales, intelectuales o espirituales, la Justicia cósmica se las ha distribuido en recompensa por sus esfuerzos.

Todo lo que poseemos es la consecuencia de una vida de esfuerzos, pero esto no nos ha sido dado definitivamente. Para conservarlo en las próximas reencarnaciones, hemos de aprender a utilizarlo razonablemente, y sobre todo, hacer que los demás se beneficien. Todos los dones que hemos recibido al nacer, debemos hacerlos fructificar, y justamente, la mejor manera de que fructifiquen, es utilizarlos para ayudar también a los demás facilitando su evolución.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: escena en el Jardín Botánico de Madrid, 3 de abril de 2016 (cortesía de Marga Lamoca)