Nos parece imposible renunciar al yo y a las posesiones de la tierra.

Y, sin embargo, es el camino que gradualmente debemos trabajar para liberarnos.

Está el Gran Ejemplo. Al acostarnos, podemos pensar antes de dormirnos en el Gran Ejemplo y ponernos al servicio del mundo sutil. Al levantarnos, con la fuerza del descanso, podemos pensar en el Gran Ejemplo, para que oriente nuestro día y para ponernos al servicio del mundo sutil.

Jesús no se atascaba en las pequeñeces del día a día. O, más bien, trabajaba las pequeñeces del día a día mirando siempre a lo alto.

Debemos seguir el Gran Ejemplo: “Mi Padre trabaja y yo trabajo con Él”, nos dijo Jesús. No hay trabajo más hermoso que trabajar por esa causa, y se nos invita a diario. También nosotros, en nuestra menor escala evolutiva, podemos concentrar la Luz, podemos trabajar con Él.

Debemos seguir el Gran Ejemplo. Es un gran privilegio.

El concentraba en Si toda la Luz
El estaba imbuido por la renuncia al yo y a las posesiones de la tierra
…Uno debe seguir el Gran Ejemplo.

Fiery World, sutra 589, 1933, Agni Yoga Society, Nueva York