Se nos habla de hoy de los valores y de los diplomas del mundo sutil.

Se mencionan seis valores: la honestidad, la bondad, la generosidad, la paciencia, la paz, la armonía.

Orientar la vida con arreglo a estos valores puede significar “perder” en el mundo de los hombres. De hecho, muchos hombres “de éxito” edifican ese éxito entrecomillado precisamente en los patrones contrarios.

Pero esa aparente derrota es una victoria en el mundo sutil.

Cada día recibimos o no los diplomas. Y el tiempo va configurado un carácter, una forma de estar en la materia.

Un día emerge un Jesús, un Buda: el espíritu que somos finalmente ha dominado la materia, que entonces sirve de expresión a la sabiduría primordial.

Nos faltan siglos, pero Jesús y Buda nos dicen que estamos hechos a imagen y semejanza. Nos dicen: “uniros a nuestro caminar”.

Imploran, en verdad, para que salgamos del basurero.

Y con estos seis valores tenemos suficiente para empezar el camino de regreso.

Allá a lo lejos, con paso firme, se divisan dos hermosas figuras que nos invitan a caminar juntos…

La honestidad, la bondad, la generosidad, la paciencia, la paz y la armonía… He aquí los valores que serán más apreciados en el futuro. Aquél que no sepa manifestar estas virtudes será considerado como inútil e incluso nocivo. Se darán diplomas a aquellos que, con su comportamiento, trabajan para la fraternidad entre todos los hombres, mientras que aquellos que se contentan con llegar a ser enciclopedias, no serán admitidos. Porque para introducir el Reino de Dios en la tierra, se necesitan caracteres fuertes, no oficinas de información.

Los verdaderos diplomas son dados por la misma naturaleza y sólo por ella. Si, poniendo sólo vuestra mano sobre el hombro de una persona que está preocupada, angustiada, lográis calmarla, ello será la prueba de que habéis recibido el diploma; el Cielo os lo ha dado. Porque los verdaderos diplomas no son papeles; están impresos en vuestro rostro, en vuestro cuerpo, en todo vuestro ser. Si no lleváis en vosotros mismos un diploma vivo, formado de emanaciones poderosas y luminosas, por muchos diplomas de la tierra que poseáis, ante los ojos de la naturaleza no seréis nada.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta.  Imagen: mujeres en Abu Road (india) el 3 de mayo de 2009