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Hoy se nos habla del equipaje que realmente importa.

Con frecuencia pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo, y demoramos más y más el camino hacia la consciencia.

Nos resistimos por ignorancia o por actitud a contactar y a frecuentar nuestro Ser.


Ante nosotros tenemos la posibilidad de transitar hacia la sabiduría.

Tenemos la opción de elegir el equipaje con el que queremos hacer el viaje en esta vida y más allá.

Esta opción es un regalo maravilloso.

El despertar nos espera, y tras el despertar nos llegará el perfume de las flores como nunca antes nos ha llegado.

Pero tenemos que elegir.

«Calculad el tiempo que pasáis comiendo y durmiendo cada día – lo que es ciertamente útil, indispensable – y también hablando sin parar u ocupándoos de tonterías. De ese modo transcurren los años alejados de la verdadera vida, de la vida con Dios. ¡Cuánta complicación, cuánto despilfarro! Y es así como el día en que abandonéis la tierra, partiréis pobres y desnudos. Meteos bien en la cabeza este pensamiento: cuando dejéis la tierra, sólo os llevaréis como piedras preciosas vuestras virtudes, como oro sólo vuestra sabiduría, y como vestido sólo los adornos de vuestra alma. Al dejar este mundo, nos parecemos a esa gente que, habiendo sido expulsada de su casa, se vio obligada a abandonar sus tierras, sus mansiones, sus muebles: se apresuró a coger de sus arcas el oro y las joyas, que son las únicas cosas gracias a las que podrán sobrevivir. Sí, cuando llega la muerte, uno sólo puede precipitarse sobre sus cualidades y virtudes, es necesario abandonar todo el resto. Preguntaos pues a partir de hoy si poseéis el verdadero oro y las verdaderas piedras preciosas.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Cerezos en flor, 4-5-13 (Maribel Rodríguez)