Hoy se nos habla de la meditación como de un viaje para alcanzar nuestra verdadera naturaleza.

Más y más personas en todo el mundo están despertando a la necesidad vital de este viaje.


En este viaje volvemos a casa, a nuestro hogar.

Cuando volvemos al hogar, sanamos.

La meditación puede ser permanente cuando vivimos en la consciencia de cada momento.

Podemos también referirnos a este estado como vivir desde la consciencia del alma.

Desde esa consciencia el ser humano conecta con la sabiduría y por extensión con las corrientes de la compasión, de la bondad y del amor.

Nos habla Thay de meditar respirando, caminando, comiendo, trabajando, hablando…

La suya es una invitación a vivir en libertad, desde la alegría del Ser.

“Meditar significa ser invitado a un viaje de profunda introspección para alcanzar nuestra verdadera naturaleza y para comprender que nada se pierde”.

Thich Nhat Hanh en “Domar el tigre interior” (2004), Plataforma Editorial 2014 página 100.  Imagen, Cielo en Turín, el 5 de mayo de 2014 (Carlos Ocho)