Los pensamientos puros preceden a la acción pura y diestra.
Elevar los pensamientos, purificarlos, es una cuestión de entrenamiento.
Reducir el factor “yo” para aumentar el factor “nosotros”.
Pensar en las posibiliaddes maravillosas que nos da el intercambio humano si tiene lugar desde la pureza.
Los nobles ideales, la pureza, son el camino a Dios, parece que nos dice Jesús.
¿Por qué contaminar nuestra vida cuando podemos purificarla?
La mayoría de la gente piensa que la pureza se limita al campo de la sexualidad. En absoluto. La pureza abarca todas las regiones y todos los ámbitos de la existencia. Cuando el hombre introduce la pureza en su intelecto, comprende; cuando la introduce en su voluntad, se vuelve poderoso; cuando la pureza entra en su cuerpo físico, goza de buena salud, y cuando entra en su corazón, en su alma, se vuelve clarividente. “Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios”, dijo Jesús. Así pues, la pureza limitada a la cuestión de la sexualidad no es aún suficiente”.
Omraam Mikhäel Aïvanhov (!900-86). “El amor y la sexualidad” p. 158, Obras Completas, tomo 14. www.prosveta.es. Foto: niña de la residencia de Anand Bhavan, Howrah, Bengala, India, 24 marzo 2010