«Para mi, la palabra “afinidad” es una de las más significativas, ¡una palabra mágica! Porque esta ley de afinidad es a que nos permite atraer del océano cósmico los mejores elementos, los más puros, los más radiantes, las más sutiles, para construir nuestro cuerpo de gloria, el cuerpo de la inmortalidad, el cuerpo de la luz que hay en cada uno de nosotros.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Las leyes de la moral cósmica tomo 12 de las Obras Completas, p. 107, Editorial Prosveta. Imagen: Playa de Hendaya, Francia, 15 agosto 2015