Hoy como ayer hablamos de la alegría.
Los seres humanos buscamos la alegría en el exterior y en las posesiones. Es una alegría con pies de barro.
El mundo está lleno de anuncios luminosos llenos de falsa alegría, anuncios estafadores que nos animan a edificar nuestra casa en suelo movedizo.
Son anuncios seductores, y durante un tiempo nos dejamos seducir pues nuestra personalidad, alejada del alma, se siente atraída, hipnotizada.
Pero la alegría está en otro lugar, muy alejada de todo aquello.
Hay revelaciones que nos colman y nos llenan de dicha y que nos llegan en el silencio interior cuando escuchamos la voz del alma.
Cuando esos mensajes se abren ante nosotros, el ruido exterior queda expuesto a su farsa.
Lo superfluo va dando paso a lo trascendente, el ruido da paso al silencio.
Cuando se escucha la voz del alma, todo se ordena a nuestro alrededor.
Y así, como esta niña nos sonríe, podremos sonreír a la vida.
Los humanos aunque repitan que el dinero no trae la felicidad, confían demasiado en las adquisiciones materiales para ser felices: una casa nueva, un coche nuevo, un empleo mejor remunerado, un cargo de ministro o de presidente… Los primeros días, evidentemente, se alegran. Pero al cabo de algún tiempo, se ven obligados a constatar que les gusta menos, que necesitan de nuevo algo diferente. Solamente que los coches, las casas, los cargos honoríficos, no complacen al Cielo, y así pues se sienten siempre insatisfechos. Hasta el día en que comprenden que la verdadera alegría, la verdadera felicidad se encuentran en las adquisiciones del alma y del espíritu.
Pero evidentemente, las adquisiciones del alma y del espíritu son de diferente naturaleza. Os paseáis y os alegráis de la belleza de la naturaleza, del sol, de las estrellas, de las montañas… No os pertenecen, pero os inspiran sentimientos, pensamientos, emociones. Y éstas son las únicas riquezas verdaderas que jamás dejarán de colmaros: las revelaciones que vienen a iluminar vuestro corazón y vuestra alma.
Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86), “Pensamientos cotidianos”, Editorial Prosveta. Imagen: niña en el “autobús” escolar en Howrah, India, 3 febrero 2012