En todo pensamiento puro reside la Gloria de Dios, hemos leído hace poco.
El pensamiento puro predispone hacia el bien y la justicia.
Múltiples son las oportunidades en nuestra vida para hacer el bien: en las pequeñas y en las grandes cosas.
Cada oportunidad aprovechada es un regalo que nos llena de energía y nos rodea de un manto protector, pase lo que pase.
Hacer el bien en cada acto cotidiano, tenerlo presente en cada pensamiento. Poco a poco vamos así construyendo el templo más sagrado.
Y he aquí el más poderoso ejército: el de los que buscan el bien con el corazón puro.
No perdáis vuestra fe en el bien. Es así como aprenderéis a soportar las pruebas, a trabajar con ellas y a recibir sus bendiciones. Os volveréis igual que un valle profundo en medio de las montañas: todas las aguas que bajan de la cumbre acuden a regarlo, lo transforman en una tierra fértil donde crecen los mejores árboles frutales. El sufrimiento pone al hombre en la necesidad de descender en sí mismo. Cuando han sido cortadas todas las demás salidas, se siente obligado a convocar los poderes del alma y del espíritu; y cuando lo logra, en vez de gemir y rebelarse, exhala un perfume delicioso.
Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. www.prosveta.es. Foto: niña bhutanesa en Janghotan, 12 mayo 2010