«Tratad de comprenderme y no sólo no os sorprenderéis más cuando os diga que en cada hombre y en cada mujer busco la divinidad que mora en ellos, sino que intentaréis hacer lo mismo que yo. Porque cuando actuamos de esta manera, mostramos nuestro respeto hacia las obras de Dios. Porque yo admiro la sabiduría del Creador, siento que en cada ser hay algo infinitamente hermoso y precioso que merece ser considerado y amado. ¡Peor para aquellos que al ver mi postura, se burlen de mí y piensen que vivo en la ilusión! Yo, al contrario, sé que vivo en la fe verdadera que se funda en verdades eternas. Una de estas verdades es que Dios ha creado al hombre a su imagen. Entonces, cuando buscamos la divinidad en cada hombre, en cada mujer, no sólo manifestamos al Creador nuestra fe y nuestro amor, sino que también vivificamos su presencia en nosotros mismos.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: PArque Nacional de la Caldera de Taburiente (Isla de la Palma), 1 de abril de 2021 (cortesía de Alfonso de Pedro)