«No debemos olvidar nunca que el destino del ser humano es uno de los más gloriosos. Dios lo ha creado para que viva en la armonía, en la luz, para que manifieste el amor, la sabiduría, la fuerza.

Os preguntaréis: «Pero entonces, ¿por qué resulta tan difícil alcanzar este estado de perfección al que estamos predestinados? Porque no sabéis como rechazar a los enemigos interiores que intentan llevaros hacia otra dirección. Estos enemigos son todos aquellos malos hábitos por los que os dejáis llevar, porque vuestra conciencia no ha despertado todavía. Pero deciros: estos enemigos sienten muy bien si tenéis o no una conciencia clara de vuestra predestinación. Entonces, cuando ven que conocéis el camino a seguir y que lo mantenéis porque sabéis que en él hay una finalidad a alcanzar, terminan poco a poco alejándose… «

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Urdos, Pririneo francés, 5 mayo de 2018