«En la vida corriente sois constantemente animados por toda clase de actividades que representan tentaciones para vosotros. En apariencia, todo ello es verdaderamente sensato, inteligente, pero después de algún tiempo constatáis de que os habéis agitado mucho sin gran resultado. Ello no quiere decir que sólo debáis interesaros por la vida espiritual; al contrario, podéis interesaros por todo, pero siempre que estéis bien aferrados a un alto ideal, a una filosofía divina. Si os agarráis a una cuerda que está atada sólidamente, podéis balancearos en todas direcciones. Pero si el nudo no es sólido, o si la cuerda está gastada, os caeréis y os deslomaréis. Siempre volvemos a la importancia de la conexión; esto es lo que nunca debemos olvidar: la conexión, la conexión con el Cielo.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: regalo de la primavera, Collado Mediano, Madrid, 21 abril 2018, cortesía de Fermín Tamames