«Gracias a sus facultades intelectuales, el hombre ha alcanzado gigantescos logros en el plano físico; no podemos dejar de ver cómo el progreso científico y técnico ha transformado la vida, pero eso no es suficiente.

Ahora es requerido para realizaciones aún más importantes, gracias a las facultades del espíritu. Mediante la meditación y la oración debe aprender a entrar en relación con el mundo del espíritu, con el fin de que la luz, el amor y el poder del espíritu desciendan sobre la tierra, en él y sobre todos los seres de su entorno. El progreso técnico tiene límites e incluso presenta grandes peligros si no es controlado gracias a una visión superior de las cosas. Es pues preciso ir más lejos, y es mediante el espíritu que la vida será realmente transformada, porque la paz, la libertad y la fraternidad son realizaciones del espíritu.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: cascada en el valle del río Sorrosal (Huesca), 18 abril 2021, cortesía de Carlos Bravo Suárez