«El Señor no espera que nosotros realicemos su Reino en lo alto, en donde ya está fundado desde la creación del mundo; nos pide que lo realicemos en la tierra, entre los humanos, sabiendo manifestar las virtudes divinas. Todos los grandes Maestros, los Iniciados, saben que han venido a la tierra para trabajar en la realización del Reino de Dios. Por tanto, las enseñanzas que incitan a los humanos a abandonar la tierra, bajo el pretexto de que es un valle de lágrimas, y que su verdadera patria está en otra parte, no son conformes con los proyectos de Dios. De acuerdo con lo que sabemos y con lo que los grandes Iniciados nos han enseñado, el deseo y el plan de Dios es la realización de su Reino en la tierra. El hombre debe trabajar la materia, volverla sensible y sutil, para que pueda vibrar en armonía con el mundo del espíritu.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino de Santiago, etapa previa a St. Jean-Pîed-de-Port (cortesía de Jean Philippe García)