«La Inteligencia cósmica ha dado a todas las criaturas del universo un sonido determinado, las ha afinado para que puedan formar una sinfonía en la inmensidad. Desgraciadamente, solo en la tierra esa sinfonía no existe, porque los humanos han abandonado ese estado de inocencia en el que Dios les había creado, y ya no logran vibrar al unísono con la armonía universal. No lo logran porque su conciencia está limitada, centrada en su personalidad, en su naturaleza inferior, que no les inspira más que reacciones egoístas, interesadas, pasionales. El día en que empiecen a salir de los límites de su naturaleza inferior para entrar en la inmensidad de su naturaleza superior, vibrarán en sintonía con todo el universo. Y debido a esa sintonía, recibirán las mejores influencias del cosmos, porque habrán restablecido el canal para que las energías celestiales puedan circular y venir a visitarles. «
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Ama Dablam (Nepal, 6.812m), foto realizada por Vicente Blázquez desde la cumbre del Island Peak (6.816m) en octubre de 2017, en una expedición guiada por Sergio Camacho (cortesía de Viajes Sanga)