«Debido a que han perdido el sentido del mundo invisible, los humanos no son conscientes de que, con sus pensamientos y sus sentimientos, pueden atraer a los espíritus tenebrosos, repeler a los espíritus luminosos, y viceversa. Es por eso que son continuamente atacados por fuerzas malignas. Sí, es una realidad: en nosotros, a nuestro alrededor, existen entidades malignas y, aquellos que no saben protegerse de ellas con un trabajo psíquico adecuado, experimentan desórdenes y pueden también convertirse en víctimas de estos indeseables.

Mientras que aquél que sabe vivir estados de paz, de armonía, de elevación interior, consigue atraer criaturas magníficas y su presencia se manifiesta también: se siente dilatado, en la luz, como si abrazara toda la creación. Puede que él mismo no lo sepa, pero la causa de ello es la presencia de estas entidades celestiales.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino Primitivo hacia Berducedo (Asturias), 26 agosto 2021, cortesía de Francisco Vázquez